Desde entonces…
Escurre
en mis mejillas el canto del cenzontle
y
en mi corazón anida el color del colibrí.
En
mis ojos se refugia la noche, en mis bostezos se recuesta el sueño.
Desde
entonces se siembran granitos de dicha en los surcos de mi tierra
y
me embriago del aroma de mazorcas y del perfume sublime del café.
TENUE LUZ
Si
no fuera por este hormiguero que se amotina
cuando veo incendiarse las montañas,
no
estaría en la lucha por apagar las
llamas con un manantial de letras.
Pero,
aunque reverdezcan las poesías
y sirvan de abono a la conciencia de la
humanidad,
aún
faltan pétalos abiertos.
Aunque,
Corran ríos de esperanza, falta más azul en las corrientes.
Cada
día son menos los pastizales donde pastorear los versos.
Se guarda el canto de cigarra en los pliegues naranja de la tarde.
Me
escondo en la hojarasca para sentir el miedo del silencio.
Mientras
mi pluma incendiada es una tenue luz que
alumbra al centro del universo.
Comentarios
Publicar un comentario